TÉCNICA DE INSPECCIÓN VISUAL EN ELEMENTOS DE MADERA

1.- DEFINICIÓN

La inspección visual es la técnica no destructiva más utilizada, y en la industria es la que permite detectar el 80% de los defectos que se presentan en los materiales (Bray y McBride, 1992). Consiste en identificar visualmente los elementos de madera con el fin de valorar su estado.

Existen normas específicas para evaluar y clasificar visualmente el estado de la madera, como las normas UNE 56544:2011 y UNE 56546:2007, y por lo general subestiman la resistencia de la madera.

Con esta técnica se consiguen valorar diferentes particularidades o características que reducen la resistencia mecánica de la madera, por un lado, se identifican las particularidades o defectos que presenta la madera, como pueden ser la presencia de singularidades como nudos, fendas, desviaciones de la fibra, etc., y por otra parte las degradaciones abióticas y bióticas que haya podido sufrir el elemento estructural de madera

2.- RESULTADOS QUE PROPORCIONA

La técnica requiere de un técnico cualificado y con experiencia en madera estructural y en el campo de las degradaciones causadas por agentes abióticos y bióticos, ya que en multitud de ocasiones la apreciación visual de madera en mal estado no es sinónimo de una mala calidad en las propiedades de resistencia mecánica y viceversa.

El uso de esta técnica obtiene mejores resultados en madera antigua que presenta degradaciones tanto abióticas como bióticas, ya que en madera nueva la aplicación de normas de clasificación visual por lo general infraestima el valor real de la capacidad portante del elemento estructural.

Dado que la madera es un material biológico esta presenta lo que habitualmente se conoce como singularidades, defectos, o anomalías de la madera que provocan una disminución en la resistencia mecánica de la madera. Algunas de estas particularidades son los nudos, desviaciones en la dirección de las fibras, fendas, acebolladuras, entrecasco, gemas, bolsas de resina, anillos de crecimiento, médula, madera juvenil, madera de reacción o deformaciones.

La norma UNE 56544:2011 establece la clasificación visual de la madera aserrada para uso estructural de madera de coníferas estableciendo como principios de clasificación las características generalidades de la madera, singularidades, deformaciones y alteraciones de tipo biológico que puedan presentar la madera.

Estableciendo una clasificación en cuanto a patologías bióticas producidas por organismos xilófagos se distinguen los siguientes grupos:

  • Hongos xilófagos (mohos y hongos cromógenos, y hongos de pudrición).
  • Insectos de ciclo larvario.
  • Insectos sociales (termitas).
  • Otros insectos.
  • Xilófagos marinos.

Los diferentes tipos de ataques por hongos que afectan a la madera pueden ser distinguidos por la técnica de inspección visual, detectados por un color anormal de la madera, su manifestación sobre la superficie de la madera, la degradación del material o la presencia de insectos xilófagos que suelen acompañarlos (Arriaga et al., 2002).

La pudrición por hongos se clasifica en pudrición parda o cúbica, pudrición blanca o fibrosa, y pudrición blanda y a su vez se puede distinguir y reconocer los diferentes tipos por su aspecto visual.

La madera afectada por pudrición parda o cúbica presenta un residuo de color marrón oscuro formado principalmente por lignina estableciendo una estructura de pequeños cubos o prismas que se disgrega con facilidad entre los dedos como si fuera polvo.

La madera afectada por pudrición blanca o fibrosa toma un color blancuzco debido al complejo celulósico resultante, apareciendo zonas con vetas blancas separadas por zonas de madera normal.

Por último, la pudrición blanda da como resultado un aspecto final blando o esponjoso, parecido al del queso fresco (Arriaga et al., 2002).

Mohos y Hongos cromógenos se alimentan de las sustancias de reserva de la madera y no producen degradaciones en la pared celular, por lo que no afectan a las propiedades mecánicas (Arriaga et al., 2002). La madera sufre un cambio en su coloración, y su crecimiento se detecta cuando la superficie se oscurece o cuando el cuerpo fructífero forma sobre la superficie de la madera una pelusilla transparente, con tonalidades que van desde el color blanco al negro.

Ataques producidos por insectos pueden ser identificados visualmente, diferenciando entre anóbidos, cerambícidos, líctidos, curculiónidos, bostríchidos e insectos sociales.

Los anóbidos conocidos comúnmente como carcoma fina producen orificios de salida de 3 a 5 mm de longitud con forma circular y de 1.5 a 4 mm de diámetro.

Los cerambícidos conocidos comúnmente como carcoma gruesa realizan galerías con forma ovalada según la dirección de la fibra, suelen estar taponados de serrín y presentan marcas o estrías en las paredes de las mismas. El serrín es basto, tiene forma cilíndrica y no es expulsado al exterior, ya que las galerías están cerradas por una fina película de madera (Arriaga et al., 2002).

Visualmente se puede reconocer los ataques producidos por insectos sociales, termitas, las cuales construyen galerías paralelas a la dirección de la fibra de la madera atacada y dejan una capa fina exterior pasando desapercibidas en el interior de la madera, con un espesor de la capa de 1 a 2 mm. Entre las galerías dejan tiras de madera sin atacar, adquiriendo un aspecto de “hojas de libro”. Construyen tubos o canales de pequeño diámetro de 1 a 2 mm y de pared gruesa.

La norma UNE 41805-8:2009 IN Diagnóstico de edificios. Parte 8: Estudio patológico de la estructura del edificio. Estructuras de madera, recoge las técnicas convencionales a base de comprobaciones visuales, según normativas fijadas, aplicables en el ámbito del diagnóstico de madera puesta en obra.

3.- VENTAJAS

  • Rápido, sencillo y fácil uso.
  • No es excluyente, se puede utilizar en combinación con otros métodos.
  • Proporciona resultados inmediatos.

4.- DESVENTAJAS

  • Limitación al acceso de zonas no visibles.
  • Superficie de inspección debe estar limpia.
  • Depende fuertemente de la agudeza y experiencia visual del inspector.
  • Para madera antigua, en muchos casos la valoración visual exterior guarda escasa relación con el estado interno de la madera.
  • No proporciona, directa o indirectamente, el módulo de elasticidad ni la resistencia a flexión. Por tanto, no permite clasificar la madera según el CTE.